sábado, 23 de enero de 2010

Cuatro cosas de Philip K. Dick

(Este post es de Diciembre del 09. Lo saqué por alguna razón. Vuelve.)
Acabo de terminar de leer mi primer libro de Philip K. Dick y me remitiré solo a dejar algunas cosas que he subrayado. Creo que a Dick hay que conocerlo personalmente a través de sus obras y luego, recién, uno podrá poner los pies en su mundo.

Hay otros dos aspectos que me impiden escribir un texto.
Una falta de costumbre mía de leer ciencia ficción, por más que El Hombre en el Castillo sea de la variante ucrónica (subgénero de la ciencia ficción que también podría denominarse novela histórica alternativa, ya que se caracteriza porque la trama transcurre en un mundo desarrollado a partir de un punto en el pasado en el que algún acontecimiento sucedió de forma diferente a como lo ha hecho en realidad), como acabo de enterarme por la gran Wikipedia.
Y, segundo, la traducción hecha por un tal Manuel Figueroa en la edición de la editorial Minotauro deja mucho que desear.

Cuatro cosas:

"El mal no es un punto de vista. (...) El mal es un elemento consustanciado con el mundo. (...) Se derrama sobre nuestra cabeza, entra en nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestro corazón, hasta en las piedras de la calle.
¿Por qué?
Somos topos ciegos, que se arrastran y se meten en el suelo, percibiendo el mundo con nuestros hocicos. No sabemos nada".

"La vida es corta pensó. El arte, o algo que no podía llamarse vida, era algo, y se extendía interminablemente, como un gusano de cemento".

"Si alguién encontraba su camino... había de veras un camino, aunque uno personalmente no lo alcanzara nunca".

"La verdad es tan terrible como la muerte, pero más dificil de encontrar".

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