miércoles, 23 de diciembre de 2009

Los Cinco del 2009

Los cinco mejores libros que subrayé este año. De algunos escribí y de otros no.

Número 5.
Nocturno en Manhattan, Colin Harrison

Por la importancia de las buenas portadas y ediciones, por las novelas negras y los autores no reconocidos.

“Tener un secreto es aprender con disimulo los amaneramientos de la conversación común, el parloteo superficial que esconde brillantemente al que grita. Un secreto organiza la vida.”

Número 4. Nuevos súbditos: cinismo y perversión en la sociedad contemporánea, Juan Carlos Ubilluz

Por la amargura, el resentimiento y la fundamentación para estas.

"Nuestra época es perversa no porque haya más homosexuales, travestis y sadomasoquistas: esto sería definir la perversión como una desviación moral, y no en términos de estructura. Nuestra época es perversa porque el sujeto se relaciona ahora con una Ley superyoica que comanda el goce y que estigmatiza la falta de goce como una falta moral".

Número 3. El Pensamiento Salvaje, La Ciencia de lo Concreto, Claude Levi-Strauss

Por las desveladas, la incomprensión y la aclaración.

"(...) el equilibrio entre estructura y acontecimiento, necesidad y contingencia, interioridad y exterioridad, es un equilibrio precario, constantemente amenazado por las tradiciones que se ejercen en un sentido o en el otro, según las fluctuaciones de la moda, del estilo y de las condiciones sociales".

Número 2.
A Sangre Fría, Truman Capote.

Por las imágenes, por Dick y Perry, por el sudor de Capote.

"Hay, en el convencionalismo, una dosis considerable de hipocresía".

Número 1.
La Velocidad de las Cosas, Rodrigo Fesán.

Por todo lo compartido durante todo el año, por la Memoria de Humanidades, por hacerme ver la posibilidad cierta de que todo sea cierto.

"(...)una historia no es más que el fantasma de una vida . O viceversa. La literatura es una calle de doble mano. Y las vidas cuando mueren, si tienen suerte, se convierten en historias. Y algunas ficciones, con el correr de los años, pueden llegar a confundirse y extraviarse en las rutas de lo verídico. Se empieza de un lado o del otro. (...) Y hay un instante sublime en que ambas posibilidades se funden en una y es ahí cuando se intuye, apenas, la grandeza y el horror de la literatura. No hay que pensar demasiado en todo esto, claro. Puede resultar soberbio y, por lo tanto, peligroso. La verdadera función de escritor -su sola razón de ser, su sencilla manera de serle útil a la sociedad- es la paciente y placentera observación y el metículoso registro de semejante fenómeno. Espiar desde una curva del camino, escondido detrás de un cartel, cronómetro en mano, y determinar, sí, mi versión propia de lo que creo haber entendido se trata la velocidad de las cosas: el tiempo exacto que le lleva a una vida convertirse en historia y a una persona mutar en personaje. Seguirla y seguirlo en su viaje. Ponerla y ponerlo por escrito".

"Cuanto más claro uno ve el mundo, más obligado está a simular que este mundo no existe".

"Hablar de ciertas cosas equivale, a veces, a creer en ellasy basta con que varias personas crean en algo para que ese algo ocurra. Ésta siempre ha sido -creo, estoy seguro- una de las muchas venganzas de la ficción contra un planeta azotado por la dictadura de una realidad casi siempre poco imaginativa".

domingo, 20 de diciembre de 2009

Fiestas vitales

Hace algún tiempo, cuando se venía Faith No More, pensé en colgar esto y hace unos días conversando con un amigo me percaté que nunca lo hice.

Nunca es tarde dicen. Aún así hay cosas fuera de lugar. No importa.
A lo que voy. En 1991 FNM fue invitado al Festival de Viña del Mar. Lo que ocurrió fue que una sociedad vió lo que no "debían" o querían ver. Alberto Fuguet ha escrito varios artículos acerca de esto. Lo primero que leí fue en Primeta Parte, la primera compilación de sus textos periodísticos. "Mike Patton salvó el verano" comienza. Y es que MP no solo le tiró agua al familiar público de Viña, sino que no dudó en cogerle el culo a quien pudo. El choque fue tal que no faltó algún medio que puso en primera plana "Please, no more".

Hace unos meses, con la segunda llegada de FNM a Chile, AF en su página Apuntes Autistas volvió a tocar el tema, esta vez con La Teoría Patton. Subrayo esto:

"Eso es, básicamente, “la teoría” o, como dicen algunos, el mito. Para muchos fans, y analistas de la cultura pop local, esa noche en Viña algo sucedió y algo se quebró. Lo que se trizó fue el Festival “a lo Pinochet”, una semana de música empaquetada para “toda la familia”. Faith No More no es para toda la familia; y Mike Patton, ni su voz, ni su forma de ver el mundo es para las madres que, en ese momento, no querían tener hijos como Patton, el cual terminó alienando a la platea, dedicándole su tema más hardcore a Myriam Hernández y vistiéndose como un escolar en ácido. El público presente quedó asqueado y huyó; la prensa reaccionó con furia; la oposición insistía que “esto es el arte de la Concertación”, mientras que miles de jóvenes criados en dictadura veían que, por fin, algo nuevo “sucedía en democracia” (ese festival fue el primero de la transición)."



Me hace recordar a la vez que -por razones x-varios tíos míos se encontraban viendo los MTV Video Music Award Latinoamerica. Unas tías, que rato antes habían comentado los pliegues del vestido de Dido -uno rojo bastante elegante, recuerdo-, se quedaron espantadas cuando The Mars Volta desató todo su enrredo musical en el escenario. Cedric Bixler-Zabala, el cantante de la banda, gritó cuanto pudo en el escenario lanzando el micrófono de un lado a otro a lo The Whoo. Cuando esto le aburrió un poco no dudó en meterse entre el público sentado. Se trepaba donde podía y sacaba a todos de sus asientos. Ante esto, mi tía soltó la pregunta a la que ya estaba acostumbrado en situaciones como esas: ¡Qué hace! ¡Qué barbaridad! ¡¿No estará drogado!?

Me hicieron bajar el volumen, me preguntaron si yo escuchaba esa música, me preguntarón si eso era música.

David Elitch, el baterista, no paró de darle a la batería en ningún momento. Cedric fue un poco más allá y le quitó a un pelado sus lentes de sol que, claro, no se los puso más que en la boca. ¡Dios! ¡¿Cuanto le habrán costado sus lentes al pobre señor¡? soltó una vez más una tía.



Sea porque son de otra generación, o de otra clase, o de otro lo que sea; esos choques frontales que se ocasionan en ciscunstancias como estas son intensos. Es como si un niño entendiera eso del sexo viendo a sus padres en el baño de una fiesta de cumpleaños de un amiguito. Duro, directo, instenso, claro. Así se presentan las otras realidades del mundo. Las causas y consecuencias del encierro (la sociedad chilena de inicios de los 90's, mi tías, la gente espantada) y el escape (simplemente otra forma, no establecida y dictada, de ser). Como escribe AF en Recuperando la fe: "una gran fiesta vital que celebra lo bueno dentro de todo lo malo".

domingo, 13 de diciembre de 2009

Recordatorio

Paul Auster ha escrito guiones para más de una película. Completa solo he visto Smoke. Esto es de Blue in the face, película que también codirigió. Lo saco más directamente del video que está abajo. Alguna vez busqué este estracto en uno de los libros que vendían en una librería. La encontré, la leí, lista para ser subrayada por un poco más de 70 u 80 soles.

La frase puede que suene a cliché, a comercial de cigarrillos, a hombre que quiere decir que fuma. Pero es buena. Punto.

"Los cigarrillos son como un recordatorio de tu mortalidad. Cada calada es como un momento que pasa, un pensamiento que pasa. Fumas y el humo desaparece. Te recuerda que vivir es también morir".

viernes, 4 de diciembre de 2009

Qué capote Capote

Es dificil dejar de imaginarse cosas al terminar de leer A Sangre Fría. Hay una necesidad que se crea de tener que ir más allá de las cosas, más allá del típico 'más allá' de toda buena obra. Lo curioso es que este 'más allá' es, en realidad, una profundización del mucho más acá. Me refiero a que, más que permitirnos escapar, Capote nos hace entrar con la misma intensidad -cuerpo y alma- a otra(s): la de la familia Clutter, la de Dick, la de Perry, la del detective Dewel, etc.

Más allá de los resultados de los examenes psicologicos y psicoanalíticos a los que se someten a los asesinos, el porqué de las muertes bien puede ser la historia en sí. Se puede llegar a pensar, con la sangre fría, que, caray, si una historia puede ser contada como la cuenta Capote, bien valen un buen par de muertes reales. Total, contradictoriamente, la pena de muerte deja de ser una medida de castigo tras el libro y pasa a ser, mas bien, un asesinato justificado por otro. Esa contrariedad es producto de la obejtividad que alcanza Capote en el libro. Es dificil pensar si la obra en sí llega a condenar a los asesinos o a crear la necesidad de, por lo menos en un acto simbólico, repensar el juicio que se le siguió a estos.

Por eso, ahora que lo pienso, no es que sea dificil dejar de 'imaginarse' cosas, sino que es dificil dejar simplemente de pensar en los personajes. Porque uno llega a entender, temer y querer a, sobre todo, esos asesinos jodidamente humanos.

Sí, pobre familia Clutter, cómo no, pero no son las únicas victimas. Acá todos son víctimas de otras víctimas y no solo son las balas las que hieren a las personas. Cuando el padre Goubeaux quiere hablar con Perry, éste le dice: "Curas y monjas han hecho ya todo lo que podían hacer por mí. Tengo todavía las cicatrices que lo prueban". Esos curas y monjas no son solo eso, son la imagen de una sociedad que aplasta, de una y mil maneras, a tipos como Dick y Perry. Una sociedad que ve a una mujer y piensa "siempre tiene prisa pero siempre tiene tiempo. Y ésta es la definición de una verdadera señora", que los ve morir y piensa "Igual que saltar de un trampolín. Solo que con una cuerda alrededor del cuello", que no permite dejar la cabeza vacía de todos los demás ruidos, quedarse quieto. Al final, lo que queda, como leyó alguna vez Perry, es "abrír camino a navajazos hasta un abismo de diamantes". "Solo con un cuchillo en la mano, él, Dick, tenía poder".

Dick y Perry son, a la larga, quizá en una comparación un poco inequivalente, la imagen del fantasma que se va formando en todos quellos que día a día se preguntan algo así como que qué carajo hacen dandole explicaciones a ese gordo que tienen como jefe, que porqué demonios tienen que perder una o dos horas diarias de sus vidas metidos en el tráfico, que quién mierda es esa flacucha inmensa de la publicidad que me dice cómo me tengo que vestir, etc, etc. Y, así, a la larga también, es como muchos nos terminamos preguntando porqué demonios no podemos caminar tranquilos por las calles.

Si bien los personajes del libro existieron, no basta con saberlo para creerlo. Capote hace que uno lo crea, que exitan. Que existan tanto en la obra como en su tiempo real, histórico, con esas ciento de descripciones como acercamientos de una cámara en primer plano, con esa atmosfera muy a lo No Country for Old Men "Inmediatamente encendió el motor y sacó el coche del promontorio dando marcha atrás. Frente a él, en la polvorienta carretera, vio un perro que trotaba bajo el cálido sol". Con ese esas múltiples voces, con ese narrador americano único que hay el mundo, narraciones que se leen como subtitulos bajo la pantalla, subtítulos amarillos "El comienzo había que buscarlo mucho tiempo atrás, once años atrás, en aquel otoño de 1948 cuando Wells tenía diecinueve años".

Pienso -por pensar, por seguir pensando- que puede que ninguno de los personajes o hechos hubiesen ocurrido en verdad si Capote no estaba, en la parte ya del camino que llaman 'después', pensando ponerlos por escrito de tal manera. La obra como razón de ser de la realidad y no al revés. Puede ser, porqué no. Voltear la torta. Total ¿no es como saltar de un trampolín?

Sí, es cierto, "hay, en el convencionalismo, una dosis considerable de hipocresía".

Algunas cosas:

"Aquellos ojos suyos, (...) translucidos como la cerceza a contraluz".

"Los objetos pequeñitos le pertenecen a uno del todo".

"El estado de ánimo del hombre que firma un seguro de vida es semajante al del que firma su testamento: por fuerza piensa en la muerte".

"Cuando llega el momento de asumir la responsabilidad de un hogar, de unos hijos, de un negocio, entonces se establece la diferencia entre niños y hombres".

"Cuando la señora Johnson corrió el cerrojo de la puerta, pensaba tanto en los vivos como en los muertos."

"Cariño y afecto goteaban de mi corazón como agua sucia".

"Todos lo crímenes podían considerarse como variantes del robo . Incluido el asesinato. Cuando mata a un hombre, le robas la vida".

"El alamacen estaba iluminado como una calabaza de Halloween. (...) Era como saludar a los invitados a su propio funeral".

Algunas cosas más:

Fotos tomadas de wesselcondor.com, jmvarese.com, kansas.com, capricestfini.com, hutchnews.com

martes, 1 de diciembre de 2009

Leer, buscarse

Algo de Fuguet, por fin. Ya me daré tiempo para sus libros, la principal causa de este blog. Por ahora esto de la entrevista aparecida hoy en Peru21.

"(...) el verdadero tema de la literatura es sentir que es sobre uno".
Sí, leer es buscarse.

martes, 24 de noviembre de 2009

Vivir a Donoso

Este Domingo está subrayado una, dos, tres veces, no más. Algo malo? No. Mas bien significa no poder detenerse a hacerlo y eso también es bueno. Porque no todo lo contundente está en frases breves y concretas, sino en largos recorridos que te llevan y llevan y llevan... A Donoso no se subraya, se vive.

Creo que decir que los personajes de Este Domingo, más que personajes, son niños y adultos, personas reales, una familia que encontró su hogar ahí, en las hojas de Donoso; es decir un poco de todo lo que tendría por decir.

No, no hay subrayados esta vez. Para más información leer el libro y, si subrayan, conectar acá.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Un país lejano


















"Quién pudiera ver el cuarto de una chica, tarde, a la hora de acostarse, cuando la única lámpara encendida alumbra junto a su cama. Sí, hasta el cuarto de una chica tiene paredes y ventanas, un suelo y un techo, muebles y una puerta. Esto es un hecho, no tiene vuelta de hoja. Pero por todo ello, parece un país lejano, completamente ajeno y distante, sus habitantes en absoluto parecidos a nosotros". (Amos Oz)

jueves, 29 de octubre de 2009

Tierra de nadie, de nadie

Las ventanas son el camino al mundo de uno; las puertas, al de los otros. En Tierra de Nadie de Onetti todos están ahí, tras las cortinas y cigarro en mano, buscando el suyo. Buenos Aires, el personaje principal, los obliga a eso. La ciudad se carcome dentro de ellos: "Días y noches, días y noches, todo grotesco y muerto, amontonado". Por eso todos piensan y se emborrachan, buscando la solución, un lugar fuera de esa ciudad, algo que no puede ser, algo que no pueden tener, porque nada es de nadie... y menos de ellos.

Algunas cosas:
"El ambiente del hombre es esto, la suciedad, los prejuicios, la moral de los gordos, la compra y venta, las frases bien redactadas".

"Mi mujer tiene dinero y no necesito trabajar. Primer elemento de arte".
"Buenos Aires está lleno de tipos así, individuos infinitamente más pequeños que aquello que se proponen hacer. Sí, y también están los otros, los que tienen la fuerza de hacer cualquier cosa y se pudren despacio, aburridos".

"Pienso que acaso se calumnie un poco al prejuicio y el tener prejuicios. No, en serio. A veces siento que uno, lleno de prejuicios, o con dos o tres, bien fuertes, brutos, inconmovibles..."

"En la muerte no había diferencia entre una niña resfriada y una mujer podrida".

"Si mira fijo por el caño, es posible que vea a Dios; mejor que el telescopio y el ombligo..."

Algo más:












Marie Laurenci

"¡Ah!, todas tuvimos una amiga en el colegio, una escena confusa un día de sol en que íbamos todavía al colegio, que es como un cuadro de Marie Laurencin".

viernes, 23 de octubre de 2009

"México con 'x' de galaxia"

Terminar de leer un libro de Rodrigo Fresán es, en realidad, empezar a leerlo. Y es que su obra tiene un orden particular, su orden, el orden fresaniano, el orden del Irrealismo Lógico como él mismo denomina a su narrativa. Su territorio es siempre, en mayor o menor medida, Canciones Tristes, la ciudad en donde solo se cumplen y rompen las leyes de RF. Una ciudad que viaja por el mundo a través de su obra –Sad Songs, Chamnsons Tristes- y cuando esta no es el escenario, son sus leyes las que colonizan, en este caso, México, Ciudad federal de México, DF.

Mantra no es una obra por la que una viaja, es una obra por la que uno se pierde, y si no te pierdes la cosa no tiene mucho sentido, creo. Una obra que se asimila por completo a la primera leída es como regresar de un viaje al cual no tienes razones de volver a realizar. Por eso, si leer siempre es darse cuenta que uno ha leído menos porque descubres siempre que hay más, mucho más detrás de cada libro, a eso habría aumentarle el producto de tu bioblioteca por dos o tres o cuatro o cuanto uno más quiera. Mantra tiene esa esencia, se multiplica. Y se multiplica también porque México es un luchador enmascarado por sus propias tradiciones, lo que hace que México pueda ser más de un mundo en sí mismo. Por eso, a RF, solo le queda describir al DF a su manera para lograr una obra como esta.

En Mantra uno queda anulado, perdido, sin piso, pero aprende. Aprende que perderse es también la posibilidad de encontrar un nuevo camino, un camino hacia una nueva realidad o verdad. Todo depende de uno y, sí, del libro que uno tenga entre las manos.

Algunas cosas mexicanas y otras cosas:

“Lo verdaderamente inolvidable no merece ni necesita del auxilio de una foto para ser recordado. A no ser que la foto en cuestión trascienda las fáciles obligaciones de la nostalgia para crecer a una especie de artefacto atemporal que desafíe el enigma de todo lo que vendrá justificándolo o, por lo menos, haciéndolo un poco más comprensible”.

“Lo que se canta duele menos de lo que se dice”.

“Uno siempre sabe cuándo su médico está por darle una pésima noticia porque, misteriosamente, pasa del singular al plural cuando habla. Ya no es he descubierto sino hemos descubierto. Como si necesitara de alguien que lo ayude o alguien con quien compartir la culpa”.

(Acerca de los musicales) “Eso de, en medio de una conversación, decir ‘deja que te lo explique’ y ponerse a cantar y bailar. Es raro. Es, seguro, síntoma claro de un tumor cerebral ¿no le parece?”

“Uno sabe que está en problemas cuando el nombre de los medicamentos que le recetan suena demasiado parecido al nombre de enfermedades”.

“Las mismas palabras dichas una y otra vez, todas las veces que fueran necesarias, hasta que al final también ellos, milagrosamente aleluyaformes, no pudieron sino acabar creyendo en todo aquello en lo que habían conseguido que todos los demás creyeran.
Así, creo yo, es como empiezan las mejores religiones”.

“Los muertos son como notas al pie de un texto: explican algo, lo hacen todo más claro, pero con la letra muy pequeña son pocos los que se molestan en leerlos y en escucharlos”.

“La amnesia no es más que una de las tantas formas en las que se manifiesta el amor”.

“Dejamos de pensar en viajes espaciales para sacar pasajes al interior del cuerpo”.

“Hay algo de conquistador en todo aquel que mira un mapa”.

“La Virgen de Guadalupe es el Bob Dylan de las vírgenes: siempre está en gira, The Never Ending Tour”.

“El que desde entonces las canciones estén obligadas a tener imágenes (clips) es una enfermedad muy parecida a aquella que tiempo atrás castigó a los libros convirtiéndolos en films. Pero peor, más grave, Terminal; porque a uno le gusta escuchar música con los ojos cerrados ¿no?”

“Católicas por fuera y mexicanas por dentro. Como las mujeres mexicanas”.

“De todos los muchos peligros de México, pienso, uno de los más peligrosos es que México suele hacer realidad tus deseos.
México te escucha y te entiende. No importa el idioma”.

“Se camina por un cementerio como se camina sobre hielo muy fino, sobre un espejo”.

sábado, 10 de octubre de 2009

09/10/09

"Latinoamérica es una sociedad necrófila"

lo dijo Hildebrando Pérez por Benedetti hace unos meses, se puede decir hoy por el Zambo Cavero, ese que alguna vez nuestros padres nos quisieron llevar a ver y preferimos quedarnos en casa a ver la televisión.

viernes, 2 de octubre de 2009

Cosmos

Ayabaca, Piura (Julio - Agosto 2009)

"Si hay algo que reconocés cuando salís de la carcel visual de la ciudad es que tu patria no es tu país, sino el cosmos". (Enrique Symns)


"El Bolsón, Valle de pasiones"
en revista La Mano n°24
Marzo 2006 Argentina

domingo, 27 de septiembre de 2009

El Morrison que conversa

No soy un Doorsiano, la vedad. Si me dan elegir, me voy por otra banda, muchas otras bandas. Si debo ser juzgado por ello, cojan sus piedras.
Morrison… sí, algo más de interés me causa. No importa, siempre hay una primera vez.

Aún así, cuando estoy en medio de una conversación un poco personal en cuanto a intereses y/o vocaciones me descubro siempre citando a JM. Y me alegra mucho que no sea la letra de una canción, sino unas palabras suyas que soltó en la entrevista 1969 que le hizo Jerry Hopkins, el mismo de No One Here Out Alive, para la Rolling Stones. Yo la leí en la edición latinoamericana de octubre del 2004 cuando la volvieron a publicar junto con otras a John Lennon y Keith Richards y que se anunciaban como las mejores entrevistas de la RS.

Eso. Subrayar, homenajear y celebrar al JM de una conversación, con el disco en pausa, stop o mute, para que otras conversaciones continúen mejor y se les de más de tiempo.

"Creo que tu religión, tu política, tu filosofía, no son tanto lo que fumas, tomas, usas... ni tu pelo, tu cara, o lo que has hecho. Tu religión o tu política es aquello a lo que le dedicas más tiempo. Nada más, nada menos. Es una explosión de logros".

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Vibra, Subraya y Conecta


"(...) esa sutil vibración de todo lo que nos rodea cuando leemos por primera vez una frase que jamás se nos olvidará". (R. Fresán)

viernes, 28 de agosto de 2009

Paul Auster - Discurso

Supe de la existencia de Paul Auster hace unos años cuando Alonso Cueto, en esos talleres de narrativa donde todos los personajes de los cuentos que se presentan tienen carros y tarjetas de crédito, nos regaló a cada uno una copia del discurso de agradecimiento de los Premios Príncipe de Asturias de las Letras que PA había leído ese mismo día, horas antes. Y nos recomendó Trilogía de Nueva York. Sin embargo, lo primero que leí fue El Libro de las Ilusiones (relectura que arrastro en contra de mis ansias). En fin.

Tenía algo raro ese discurso. Era sencillo en su lenguaje, decía cosas que parecían muy obvias o muy vanas, no sé, no recuerdo bien qué fue exactamnete lo que pensé en ese momento pero algo así era.

Que no sabía porqué escribía pero que aún así lo hacía? Que un libro nunca había alimentado un niño o detenido una bala? Que, por eso, el arte era inútil? Que la literatura es un trabajo de dos: escritor y lector? Todo eso ya... quién no lo sabía, pensaba.

Sí, es algo que a la hora de leerlo puede hacernos pensar que ya lo sabiamos. Puede que sí, pero... lo habiamos pensado? Eso es algo distinto, creo. Pensar en eso muchas veces es un trabajo tácito hasta para la misma cabeza. Y si se dice en algún momento se dice sin pensarlo. Es verdad eso de que hay cosas tan obvias que uno no se percata de ellas. Al final, ahora, es justamente esa sencilles del lenguaje y su información obvia el chiste de sus palabras. PA se bajo un poco los lentes para ver aquello que queda atrapado en la luna de los enteojos, entre el libro y los ojos, y que se difumina de tan cercano que está a nosotros.

Solo quiero rescatar una parte ya que no tendría mucho sentido copiarlo todo:
"(...) tal es la magia de los relatos: pueden transportarnos a las profundidades del infierno, pero en realidad son inofensivos."

Con esto, puedo decir que el discurso de PA es uno de los mejores que se han leído desde 1981 que se entrega por primera vez el premio. Ahí no más (no me atrevo a decir atrás) están también los de Amos Oz (genialidad de la que escribiré en algún momento), el de Gunter Grass, el de Francisco Ayala, el de Alvaro Mutis y el de algunos otros más. Los pueden leer en: http://fundacionprincipedeasturias.org/premios/letras/ Provecho.

lunes, 13 de julio de 2009

Rodrigo Fresán - ...

De un libro que recién estoy leyendo de Fresán, alguien del que aún no me siento capacitado de escribir.
Esto es, sobre todo, para el mundo digital de ahora. El rollo por revelar (y él hecho de que costara hacerlo, claro), creo, guardaba todavía cierto margen para la importancia real de inmortalizar un instante.
"Hay algo terrible en el hecho de poder comprar los recuerdos de una infancia con la evidencia incontestable de lo que ocurrió entonces. Y me pregunto si no tendrá algo de terrible esa cortesía de videotape para con las vidas presentes y futuras de todos aquellos que fueron filmados desde el momento exacto de su nacimiento. Todos quellos que ahora y siempre podrán verse -tantos años después de las contracciones y las piernas biertas- cubiertos de sangre y placenta, aullando como si acabaran de ser expulsados de un paraíso amniótico para encontrase con un imbécil emocionado sosteniendo una cámara Made un Japan. (...) Y, sí, me da miedo el hecho de tenerlo todo registrado: la vida propia como un documental que se puede consultar a voluntad y dictaminando así la muerte del misterio absoluto de nuestro pasado pretendiendo ascender la banalidad de un cumpleaños n° 6 a la categoría histórica y documental de esa home-movie en Dallas '63 y sin embargo...
Por eso, yo elijo recordar antes que ver.
Yo prefiero ver con los ojos cerrados.
Yo me acuerdo de todo, de todo, de todo lo que decidí recordar.
(...)
Hacer memoria (...) Eso que decidimos recordar para siempre. Lo que se enreda y no se puede desanudar. Los hilos del pasado que mueven a la marioneta de nuestro presente."



En: Jardines de Kensington
Bonus (para cerrar el círculo de la idea): Historia de James Matthews Barrie, creador de Peter Pan y creyente de la infancia eterna como forma de fe y arte.

martes, 7 de julio de 2009

José Enrique Rodó - Ariel

Algo que me hace pensar que el palacio de justicia debería estar en la playa:







"Considerad al educado sentido de lo bello el colaborador más eficaz en la formación de un delicado instinto de justicia."

sábado, 20 de junio de 2009

Luis Jaime Cineros - El Perú y la vitamina L

"¿Para qué leer?
(...)Para confirmar que, felizmente, somos ese animal racional de la definición escolar."


En: Aula Abierta (2009)

lunes, 8 de junio de 2009

C.Contreras y M. Cueto - Historia del Perú Contemporáneo

Con ciertas o, quizá, grandes diferencias, hoy, estos últimos días, es una historia que se repite.
"A comienzos del siglo XX hasta aproximadamente 1912 (...) el caucho fue un sistema de explotación salvaje, primitivo y silvestre, que depredaba recursos y expoliaba a los nativos y a los serranos enganchados que se llevaba a trabajar a la Amazonía. Como entre los nativos de la región no se había desarrollado una sesibilidad por el salario, los empresarios caucheros recurrieron a "incentivos negativos" para estimular el trabajo, como el castigo físico, la extorción y el secuestro. Se hicieron famosas las "correrías" (expediciones de reconocimiento y recolección de caucho) donde los caucheros entraban a la selva liquidando a poblaciones nativas. Estos abusos y las difíciles condiciones para trasnsportar el caucho generaron una serie de denuncias que alcanzaron una resonancia internacional." (C. Contreras/M. Cueto)

En: Historia del Perú Contemporáneo (2007)
(Fotos de El Comercio y y el blog Caballeros Andantes)

jueves, 4 de junio de 2009

J. C. Ubilluz - Cinismo y Perversión

















"Nuestra época es perversa no porque haya más homosexuales, travestis y sadomasoquistas (...). Nuestra éspoca es perversa porque el sujeto se relaciona ahora con una Ley superyoica que comanda el goce y que estigmatiza la falta de goce como una falta moral." (Juan Carlos Ubilluz)

En: Nuevos súbditos: cinismo y perversión en la sociedad contemporánea.
Imagen de calendario anti-cocacola de Rusia.

sábado, 30 de mayo de 2009

Islas (y algunas otras cosas) - Alejandro Susti

Profesor en varias universidades de Literatura y Comunicación, Alejandro Susti es sobre todo músico y poeta. Nacido en Lima en 1959, hoy cuenta como músico con cuatro discos independientes: Tren al edén (1988), Sueño en la ruta (2003), Kaoscopio (2005) e Islas (2008). Como poeta ha publicado dos poemarios: Corte de Amarras (2001) y Casa de citas (2004). Tiene también dos investigaciones publicadas: una tesis sobre Eva Perón y un estudio sobre la ciudad de Lima en el cuento peruano moderno que trabajó con José Güich. El año pasado estuvo entre los finalista del premio de la Bienal Cope Internacional de Poesía y ahora, a pesar de que parece que su producción estuviera en pausa, ya tiene todo listo para un nuevo poemario mientras piensa en también en el siguiente disco.

Con él nos juntamos para profundizar tanto en su último disco como en una visión un poco caleidoscópica de sus pasiones, la música y la literatura local, la ciudad y la sociedad que son fantasmas que lo acosan.
Si bien has dicho en varias entrevistas que tu nuevo álbum ‘Islas’ es más privado, que se aleja de ese mensaje social de las letras de ‘Kaoscopio’; en varias de las letras del disco aún se encuentra. Por ejemplo ‘Tóxicas’ y ‘Narices Frías’. (Las flores se secan / en la pista se seca / ciudades desiertas / basuras de profundidades / que envenenan las alturas.) (Vengan, hagan su agosto y compren / sin importar el costo, hasta perder el sentido) ¿Es un mensaje constante?

Sí, es cierto. El disco comienza como haciendo un puente con el anterior, por eso yo puse esas dos canciones antes. Todavía ahí está la huella, pero es una huella más suave. Las letras del disco ‘Kaoscopio’ son más denotativas. Los títulos mismos lo dicen. En las canciones de Islas, por ejemplo en ‘Narices frías’, el título te puede sugerir varias cosas. Por qué llamar a una canción narices frías ¿no? Se puede referir a los perros, pero yo estoy hablando un poco de la gente que carece de algo, que puede pasar desapercibida, como las noticias de los periódicos. Traté de hacer un juego más libre con las palabras.

Siempre tienes eso presente ¿no? Esa parte de la sociedad aún no asimilada.

Sí, a veces sale por lo bajo la crítica social. Y en la época de los ochentas todo eso estaba a flor de piel, era todo muy patente. Yo trato de camuflarla, pero uno escribe del entorno en el que le toca vivir. Hablar solo del tema social es limitar un poco la canción. Entonces lo que hago es tratar de usar imágenes que permitan, no solo asociarla con una situación social determinada, sino que la letra tenga más libertad.


Otra característica de las letras del disco, y que va de la mano del sonido acústico y más sereno que tiene, es la presencia de la naturaleza con metáforas, parecen cuentos para niños. Y dentro de ellas la imagen del árbol como un Dios. (Y dime cuando tú / serás tan fuerte, tan alto / tan bueno como un árbol.) ¿A qué se debe?

Buen punto. Sí, es para mí, en verdad, totalmente inconsciente. La imagen del árbol puede representar las raíces, que tiene raíces fuertes en la tierra pero que ha podido crecer, se ha podido proyectar. Símbolo de fortaleza, fertilidad, de renovación. Como si la persona fuera un árbol también. Por eso hay más naturaleza, porque hay menos bulla. ‘Islas’ se parece más a lo que yo he hecho durante toda mi vida que ‘Kaoscopio’. Ese disco es para gente más joven y para reencontrarme con mis raíces rockeras. Yo siempre he tenido una nota más melódica.

La letra de ‘Aeroplano Azul’ es bastante particular, parece una queja pero también una promesa (Cuando yo sea famoso / vendrás hasta mí / cuando yo aparezca en cine / vendrás hasta mi… Si yo fuera / un millonario, un playboy /y tuviera un Ferrari azul / viviría en el fondo de tu corazón) ¿Qué me dices de ella?

Es una letra que trata de joder a la gente que tiene ciertos prejuicios con la fama, con cosas así. Es la historio de ese patita que quiere que la chica se enamore de él, pero se siente no valorado por ser simplemente uno más. Por eso la idea de los ojos azules, la fijación con el color azul. A través de él quiero hablar de las personas que solo se fijan en la portada. La gente que tiene dinero y no puede ser feliz con ese dinero. Eso está también en varias canciones mías. Me interesa hacer esas canciones para joder ese tipo de mentalidad.

¿‘Calidoscopio’ y la nueva versión de ‘Ángel (parte 2)’ son un rezago de ‘Kaoscopio’?

‘Calidoscopio’ por el título nada más. Fue anterior al ‘Kaoscopio’. Yo vivía afanado con el calidoscopio, en él la palabra se convierte en un puente para llegar a la cosa más onírica, más surrealista, la posibilidad de asociar cualquier cosa. Y en ‘Ángel’, lo que pasa es que las canciones no son un ejército de soldaditos que viene uno atrás del otro, no hay un orden cronológico. De ‘Ángel’, del ‘Kaoscopio’, yo tuve primero la estrofa y la tuve que mezclar con miles de opciones y por ahí también salió ‘Ángel (parte 2)’ que terminó en ‘Islas’. Es probar, no me conformo con una sola versión. Durante muchos años me dediqué a podar muchas canciones.

Para este disco ya no contaste con la participación de la banda de siempre, ‘La patrulla del cielo’, pero seguiste trabajando con Daniel Wilis y en alguna ocasión se han presentado solo ambos. Me recuerda al dúo que hace Dave Matthews con Tim Reynolds ¿Cuál es la relación con Daniel?

Acá los músicos tienen mucha práctica, pero nunca encontré a una persona tan creativa como Daniel. No es quizá un guitarrista tan depurado técnicamente, pero encuentra fórmulas, salidas. ¿Y sabes porqué? Porque ha escuchado un montón de música. Al antiguo guitarrista una vez le dije que quería una canción estilo King Crimson, no entendió. Con los músicos hay compartir códigos, lenguajes, registros. Daniel sí funciona. Lo conocí dos semanas antes de grabar el ‘Kaoscopio’. No hubo ensayos con Daniel, él toca para el disco en la casa del productor. No estuvo en los ensayos. Ahí demostró su versatilidad.

¿De dónde sale el nombre ‘La patrulla del cielo’?

Lo saque de un programa de ‘Las chicas súper poderosas’ (Risas) Mi hijo veía. En un capitulo apareció un patita con una moto en el cielo y mencionaron algo así. Lo puse no más, no lo pensé dos veces.

En los años ochentas participaste en importantes festivales junto con Susana Baca, Frágil y en eventos culturales donde participaron Mercedes Sosa, Silvio Rodrigues, Fito Páez… Ahora tus presentaciones son menos comunes. ¿A qué se debe?

Es difícil. En mi caso, para una presentación soy yo el que tiene que encargarse de todo y trabajo en otras cosas, me siento abrumado por todo eso. Me gustaría tocar más pero es bastante trabajo. Yo he financiado todos mis trabajos y he perdido plata muchas veces, entonces uno piensa en eso también. Y quizá ya no tengo el poder de convocatoria que tenía. No me interesa ser conocido, simplemente que se reconozca lo que hago, que se sepa que lo que hice, lo hice con un intento de hacer algo distinto, no guiado por intereses que sean ajenos a la música.

¿Qué piensas del rock nacional de hoy en día?

Ha habido muchos cambios. Los músicos tienen mejor formación que en mis años que eran músicos de oído. Ahora se estudia, no solo música, también producción. Hay mucha más conciencia del negocio de la música. Eso está muy bien. Pero todavía falta mejores producciones. A veces escuchas un disco de una banda nacional y la batería parece una batería a pilas. Se descuidan cosas esenciales como esas. La calidad del sonido queda grabada en el subconsciente.

¿Y de que el Perú, por lo menos por ahora, sea una nueva parada para las bandas internacionales?

Traen puros cadáveres. Roger Waters fue importante, Peter Gabriel también. El problema está en que el público se entusiasma por el evento pero no hay reflexión. Se alaba que venga fulano de tal pero son todos como stickers que pegas en tu ventana y a la semana lo vas a reemplazar por otro, son todos productos descartables. Me gustaría que venga alguien que ha dejado algo, algo sobre qué pensar. No hay tradición rockera por más que hayamos sido pioneros en Latinoamérica. No ha habido una apuesta seria de los medios de comunicación. No hay una radio de rock nacional, debería haber por lo menos una, hermano ¡No existe! ¿Por qué no existe? ¿Quiénes son los responsables? No son los músicos los responsables.

El arte de los dos últimos discos es bastante similar. Inclusive el del segundo ha sido hecho por tu hija Clara. ¿Ha sido idea tuya? ¿Cómo manejas esa parte del trabajo?

Yo lo guío un poco. En ‘Islas’ quería trabajar un poco con el color amarillo. Había la idea del horizonte. Es el paisaje costeño, el mar, nuestro punto de fuga para nosotros que vivimos en Lima.

Me llamó la atención el agradecimiento que le haces en el disco a un tal Octavio por comprar el Álbum Blanco allá por el 74. ¿El de los Beatles? ¿Cuál es la historia?

Él es mi hermano menor. Cuando éramos chiquillos comprábamos discos en una tienda en el centro con las propinas. Una tarde yo me la gaste en otros discos y entonces yo lo manipulaba a mi hermano y lo convencía que debíamos comprar tal disco. Vi que había varios de los Beatles que no habíamos escuchado, entre ellos este disco raro, todo blanco, escrito en relieve y ¡era doble! Lo convencí y lo compró. Al final ese disco lo escuchó toda su vida. Es un acontecimiento desencadenante, de esas cosas pequeñas que ocurren en la adolescencia de cuya importancia tú no logras entender hasta después de muchos años.

¿Cómo manejas tu labor de literato y de músico? En ‘Kaoscopio’ haces una versión de un poema de Cesar Vallejo y algunos de tus poemas de ‘Corte de Amarras’ tratas el tema de la música. ¿Se complementan ambas pasiones o tratas de trabajar con ellas por separado? Sobretodo en la composición.

Viven separadas en teoría. Si tú lees la letra de una canción sin la música se pierde mucho. Un poema se tiene que sostener por si mismo. Pero a pesar de eso, sí, a veces hay un punto de contacto. Lo bonito es que el poema te da libertad de imaginación y esa libertad la puedes aplicar a letra de la canción. Se retroalimentan. No es un diálogo que yo haya querido hacer muy explícito.

¿Has escrito textos más narrativos? Varias de tus canciones son pequeñas historias.

Sí, ‘Calibre 38’ por ejemplo, es la historia de tres mujeres. Tengo una especie de novela, pero yo no he trabajado mucho en lo narrativo. Son textos medio autónomos, un poco autobiográficos. Hay que apelar a otro tipo de herramientas totalmente distintas a las de un poema. Hay que convertirse en otro individuo, tener mayor disciplina.

Se podría decir que vives de tus pasiones: la música y la poesía, además de trabajar como docente de literatura en varias universidades. ¿Hay algo aparte a que te hubiera o te gustarías dedicarte?

Me gustaría tener más tiempo para hacer música. El tiempo que tengo lo uso efectivamente. En el verano, cuando dejo de dictar clases, empiezo a producir a diestra y siniestra. He tomado una conciencia del tiempo en la que creo que hay que encender el fósforo en el momento indicado. A veces intento algo con Daniel y en la noche ya estoy soñando con música. Mi mente empieza a trabajar horas extras.

¿Sientes que ya lograste tu mayor trabajo en la poesía, la música o la investigación?

No, creo que no. Voy a seguir jodiendo. Ser conciente de lo que uno ha hecho es perder el tiempo. Me gusta más ponerme en el plano del creador. En el renacimiento, por ejemplo, podías dedicarte a pensar en el hombre que vuela, había un estudio constante. De eso consiste estar vivo ¿no? Interesarte por todas las criaturas que te rodean. Más me interesa esa curiosidad a la del que se siente y comienza a evaluar.

Estudiaste una maestría también en comunicación de masas que tuvo como producto la tesis de Eva Perón. ¿Cómo llegaste a interesarte por las masas?

Entré a trabajar al IPP cuando recién empezaba y me sugirieron que profundizara un poco en la publicidad. Y cuando voy a Estados Unidos estoy con esas ideas, ya no la literatura, en ese lapso. Conseguí la posibilidad de seguir esa maestría y conocí muchas cosas con las que acá no había podido tener contacto. Al terminarla era el año 93 y eran años terribles para el Perú, no queríamos regresar. Entré a enseñar español en la misma Universidad de Towson. Ahí volví a tener contacto con al literatura cuando suplanté a una profesora cubana que enseñaba literatura precolombina. Pensé en qué pasaría si me quedaba allá y conseguí la beca para hacer el doctorado en Literatura Hispanoamericana en la Universidad de John Hopkins. Me quedé cinco años más. Viví como un estudiante.

¿Cómo ves la literatura nacional y el trabajo de las editoriales locales de ahora?

Cuando regresé de Estados Unidos empecé a leer narrativa de los escritores que habían crecido en los noventas. La experiencia fue un poco decepcionante. En la poesía fue distinto, la poesía peruana es fundamental. En el caso de las editoriales es un poco absurdo. Veo que se publican obras por todas partes pero yo no veo que el público lector crezca. Lo que se vende son libros ligeros, para un viaje. Pocas veces te encuentras con un libro que valga la pena. Algunos tratan de publicar cada año, si el estado diera becas a los narradores lo entenderías, pero esa gente se dedica a otras cosas ¿qué tan interesante puede ser la literatura que está reproduciendo sino están devotamente metidos en ella? Los que están más conectados con los medios como Ampuero, Cueto, no son los que producen mejores resultados. Los anónimos cuando mueran recién van a ser valorados. Es injusto pero es la realidad. Mira Oswaldo Reynoso.

En muchas de tus composiciones suelen haber una relación fuerte con la imagen de la ciudad, la ciudad como un mal, como un monstruo. Además, en el 2007 publicaste, junto con José Güich Rodríguez, Ciudades Ocultas, un estudio de la ciudad de Lima en el cuento peruano moderno. ¿Cuál es tu relación lírica y literal con la ciudad hoy?

Es una relación medio amor-odio. La ciudad como sitio del desarraigo, que te va empujando, donde todo lo que adorabas termina desapareciendo por el desarrollo. A nadie le gusta un lugar que quite lo tuyo, donde desaparecen las huellas de tu historia, que te lleva a la extinción. Y más Lima que crece caóticamente que ya no respeta ni los monumentos. Eso da rabia. El odio es contra los responsables de la ciudad.

Y eso se contagia a una sociedad que empieza a ser también prepotente ¿no?

Sí, tú también empiezas a funcionar de esa manera, a ser un poco salvaje. Ese el rechazo. Hay también una necesidad de la ciudad porque uno está acostumbrado espacialmente. La idea de ir a vivir al campo para tratar de ser algo que probablemente no puedas llegar a ser también me parece ilógica. Hay que darle lugar a la naturaleza en el espacio de la ciudad. En el renacimiento hubo la teoría de la ciudad como un lugar del encuentro, de armonía. Hoy da pena percatarse que nunca fuimos capaces de lograrlo. La ciudad es el lugar de los desencuentros. Hay cosas que me gustan, me gusta el mar por más que esté todo cochino. (Risas)

¿Qué viene ahora? Poesía, música o investigaciones.

Hay un libro de poemas que ya está para la imprenta. Se llama ‘Cadáveres’ y el tema central es la muerte. Uno se va obsesionando con el tema conforme va pasando el tiempo. Es un libro que empecé a escribir hace como cinco años. Quiero presentarlo en la feria de libro. Y el siguiente año será otro disco que ya estamos viendo con Daniel y que lo trabajaremos en verano, con tiempo. Antes me preocupaba coger el pez una vez atrapado, ahora sé que el pez no se va a ir, que lo puedo dejar y cuando regrese va a estar más gordo.
R. Lescano Méndez
26/05/09

jueves, 19 de marzo de 2009

Sin Plumas - Woody Allen

Woody Allen...

Trato de explicar, de ubicar, maso o menos, dónde es que se sitúa su forma de decir las cosas. A la vez, no logro saber qué busco realmente. Un espacio entre lo serio y lo cómico. Probablemente muy lejos del punto medio entre ambos. Un punto clave elevado, safado, del camino del distanciamiento. Un punto alejado por salud mental, pero que no deja percibir, de palpar una sociedad, un mundo, una humanidad.
No sé si me dejo entender.

"Por ciento cincuenta, podias escuchar la radio FM con unas gemelas. Por tres billetes, tenías el servicio completo: una hebrea morena y delgada fingía ligar contigo en el museo de Arte Moderno, te dejaba leer su tesis, te metía en una discusión a gritos en el pub de Elaine sobre los conceptos de Freud acerca de la mujer, y luego simulaba el suicidio que tú eligieses... la velada perfecta, para ciertos individuos. Bonito negocio. Gran ciudad, Nueva York."


Cuento titulado, nada más y nada menos, que "La puta de Mensa"
Libro: Sin Plumas

Woody Allen... se hace entender.
Eso es, creo.
Basta.

jueves, 12 de marzo de 2009

El Llano en Llamas - Juan Rulfo

De hace un tiempo...
Rulfo ya no es novedad; leerlo, sí, siempre.


“El Llano en Llamas”
Cuentos que conviven, aquí y ahora.


…sigue el curso de agua
que nos lleve donde nunca fuimos.
Por senderos que se bifurcan
por mundos paralelos.

En los primeros tres minutos
se hizo el universo
Precisamente todo esta pasando
aquí y ahora…
(G. Cerati)

Sucede con muchos escritores, que cuando uno toma una de sus obras es trasladado a un mundo que, de vuelta, uno lo vuelve a encontrar en la segunda, tercera y siguientes obras del mismo. Con esto, no trato de dar señales si está bien o mal que cada escritor sea capaz de construir nuevos mundos que tienen sus propios límites, sino de resaltar el sentido, en muchos casos crucial, de esto. En artistas es igual. Todos sabemos cómo será un nuevo cuadro de Botero o de qué tratará una nueva película de Woody Allen. Por el contrario, una obra de Picasso que saliera a luz hoy en día, sí llevaría consigo una mayor ilusión y esperanza de sorpresa. Rulfo pertenece a los primeros, y más exactamente, a los mejores de los primeros.

Cuando uno lee a Rulfo por primera vez (la mayor de las veces con Pedro Páramo) es llevado a ese paisaje árido y fantasmal que es Comala. Pedro Páramo es quizá uno de los títulos menos comerciales y motivadores que existen en la literatura (junto con Niebla de Unamuno) pero eso se borra, se anula, se contradice en ese primer encuentro. Es más, uno se compromete con el autor. Da gusto. Se espera con ansia otro encuentro. El llano en llamas parece que hubiese sido pensado, escrito y logrado para esa segunda cita; a pesar de que fue escrito dos años antes que Pedro Páramo.
Diecisiete cuentos que confirman esa complicidad de la primera obra. Cuentos que abren los paisajes como si Comala inaugurara nuevos caminos. Basada en el pueblo religioso de Talpa de Allende, se incluye, integra e inclusive se agrega a la misma atmósfera. Rulfo pareciera, con este libro, conquistar sus propios territorios. Territorios, historias e imágenes que se quedan fuera del alcance de Comala en Pedro Páramo. Cuentos que conviven con la novela. Es inevitable pensar que mientras Anacleto Morones reniega con las viejas o Tacha se acerca cada vez más a su perdición por haber perdido a su vaca a causa de la lluvia; más allá, en un pueblo cercano, Juan Preciado descubre su propia muerte. Todo a la vez, aquí y ahora.
En casi todas las historias nos encontramos con una lucha constante de la esperanza que queda en los personajes después o durante hechos peculiares. La vida para ellos es una caja de sorpresas de fuerzas mayores. Rulfo rescata la importancia de todo lo pequeño, insignificante, rutinario. ¿Lo que consigue? Ser inmenso, vital, especial e inusual.

La calidad de Rulfo es única. Sus cuentos son canciones, películas, conversaciones con un amigo, esas magnificas historias de nuestros abuelitos. La cuesta de las comadres, por ejemplo, es una historia con imágenes de la más alta calidad, con sonido digital 5.1. y un soundtrack perfectamente silencioso; una obra que sin más debería ser comprada por Joel y Ethan Coen. Rulfo tiene estas cosas. Sus historias trabajadas con su narración justa y necesaria, su extraordinaria capacidad para retener la información y manejar la tensión y los tiempos aleatorios, deja en claro lo contemporáneo que será Rulfo siempre. Talpa, La herencia de Matilde Arcángel, Luvina, No oyes ladrar a los perros, Es que somos muy pobres, son solo algunas pruebas verídicas de ello.

Lo avanzado que resulta Rulfo después de más de noventa años de su nacimiento, es la suma de todas sus capacidades lingüísticas y esa creación de un mundo que no repite en su segunda obra, sino que descubre, contempla, conquista, escribe y, por último, nos regala.

Raúl Lescano Méndez
26/11/08

Algunas cosas:

"Por su cara corren chorretones de agua sucia como si el rio se le hubiera metido dentro de ella."

"El ansia deja huella siempre."

"No sabes que es más difilcutoso resucitar un muerto que dar la vida de nuevo."

"Al verlo uno se sentía como si a uno lo hubieran de mala gana o con desperdicios."

"Un lugar caído en el crecupculo como quien dice, allí donde se nos acaba la jornada."

" - Es que estabas vieja. A él le gustaban tiernas; que se les quebrara los güesitos, oír que tronaran como cáscaras de cacahuete."

jueves, 26 de febrero de 2009

Tarantino Resondra

“Hay algo divertido, disparatado y absurdo en esa historia que se está contando, y está bien reírse de la historia, pero no te rías de la película para demostrar que cool eres. Espera hasta que suceda algo divertido y entonces ríete. Porque quiero que te metas en ella, y si levantas una muralla de orgullo, simplemente no podrás. Déjalo. Te devolveremos tu dinero.” (Entrevista en Etiqueta Negra)

lunes, 26 de enero de 2009

Nocturno en Manhattan – Colin Harrison

La literatura, la novela, tiene que ser un viaje, tiene que ahorrarnos unos dólares a través de la estimulación de la imaginación.
Siempre he querido conocer Nueva York, no tanto por un espíritu viajero, claro, sino más bien por poder ver la incoherencia de forma física, palpable.
Allá fui.

Pasaje: S/.10, ida y vuelta.
Empresa de viajes: Epoca
Guía: Colin Harrison.
Paquete turístico: Nocturno en Manhattan
Nueva York es esa imagen de la ciudad de los rascacielos. Los rascacielos son la imagen de una ciudad que concentra uno de los centros más importantes a nivel mundial de las finanzas, comunicación, política, educación y que además es de las más influyentes en el mundo de la cultura, el arte y la moda. Y toda esa concentración es la imagen del poder. Y el poder es siempre, por ahora, la imagen de la confusión, del escándalo y la perdición. De la tragedia, venganza, caos y fatalidad. De los sufrimientos de los pobres y las vanidades de los ricos. El hedor de la basura y el tintinear del oro.

Las inmensas torres están ahí, estáticas. Abajo, chiquita, apretada, toda una sociedad se mueve. Por ahí, Colin Harrison, mueve a Porter Wren, su personaje de Nocturno en Manhattan (1996). Una novela negra, negra como la sombra de los rascacielos al caer el sol, que se va extendiendo, movilizando por Bronx, Brooklyn, Manhattan, Queens y Staten Island, y que, contradictoria a su oscuridad, saca a la luz todo lo escondido. A esa hora Porter, un columnista de un diario sensacionalista de Manhattan, sale a las calles, a ese campo de batalla, al lado del cual se ubica con un papel y un lapicero, mirando el fuego de cañones y su explosión y su rugido, anotando quiénes caen, cómo se retuercen y cuando mueren. Donde niños portan armas de juguetes que parecen reales y armas reales pintadas como si fueran de juguete.

Ya es mayor, tiene familia, está consolidado en el diario y cree haberlo visto todo. De pronto todo cambia de sentido cuando conoce a Caroline Crowley, viuda de Simon Crowley, un director de cine famoso que murió y nunca se supo exactamente cómo. Caroline ve en Porter al indicado para revelar todo un mundo de cabos sueltos acerca de la producción completa que dejó Simon al morir, pero ni ella misma sabe de qué magnitud y profundidad son los vacíos, ni a cuanta gente cercana y crucial implica, comenzando por ella. Entonces todos los días monótonos de Porter consumiendo escenas de peleas, asaltos, asesinatos, accidentes, se despegan de su columna y habitan su propia vida.
Historias como calles y avenidas que se mezclan, se cruzan, se chocan, giran; que hacen a sus personajes perderse entre distintos caminos, que atrapan en callejones. Todo bajo esos rascacielos que, al fin, son solo mentiras inmensas que guardan tantos secretos como ventanas. Una enmarañada red de hechos criminales, lujuriosos, aislados y cruciales del pasado que pasan factura en un momento de cierre que empezaba a dar paso a la cotidianidad.

CH maneja esto como un rompecabezas para niños. Separa y une el amor y el engaño como quien da vuelta a los imanes. Suelta claves y consejos del mundo del periodismo. Crea mundos y situaciones que, a la larga, son reales por una narración que salta de un lado para otro sin dejar de estar en el lugar y momento indicado siempre; que arrastra la conciencia y el suspenso hasta la última imagen. Y, quizá, más allá, hasta Break and Enter (1990), Bodies Electric (1993), Afterburn (2000), The Havana Room (2004) o The Finder (2008), que ha dejado claro, puede ser real.

Algunas cosas:

“¡Sí! ¡Sí! ¡Todo hablan de eso! Un eso brillante e indefinido.”

“Es cierto que vivimos en una era en la que todo el horror se ha transformado en un producto de entretenimiento. Cene mientras mira en vivo, por la televisión, cómo caen las bombas y cómo son perseguidos los fugitivos, el genuino asesino cacarea genuinamente.”

“Las preguntas groseras son las más pertinentes”

“Cuando dos hombres se sientan en una sala y se enfrentan, sus propios padres también están presentes”

“-¿Esto es la cola? – preguntó
(Saly, hija de Porter)
Mi mujer se encogió de hombros.
-Bueno, ese lugar se llama vagina.
Me miró confundida.
-¿Se llama China?
-No, vagina. Ahora baja las piernas.
-Hay un lugar que se llama China.
-Sí, pero es diferente.”

“El tiempo es una mano invisible que nos aprieta la nuca”

“Tener un secreto es aprender con disimulo los amaneramientos de la conversación común, el parloteo superficial que esconde brillantemente al que grita. Un secreto organiza la vida.”

“En la degradación hay una liberación del yo; uno es impotente; la responsabilidad desaparece.”

“Quizá ahora somos una sociedad de asesinos… de asesinos y de cómplices.”

domingo, 18 de enero de 2009

La Televisión - Jean-Philippe Toussaint

La televisión, así, simple, es toda una vaina. La Televisión va justamente por ese lado. Es tanta vaina que la historia se puede decir que trata de muchas cosas: de un historiador que se queda en Berlín para hacer una investigación de Tiziano y Carlos V, de un hombre que decide dejar de ver televisión, de un hombre que se queda solo un verano en Berlín, en fin, de varias cosas, pero al final, es una historia que se guía por un hombre que no hace nada. Y por hacer nada, la historia quiere decir hacer solo lo esencial, pensar, leer, oír música, hacer el amor, pasear, ir a la piscina, buscar setas. Como si los días fueran solo uno, Domingo.

Pero hacer nada es, en muchos casos, más productivo. Es, a la larga, un trabajo puro, sin presiones, fines y necesidades. Esto es lo que justamente lleva a la historia a situarse en el vacío central que dejan todos esos caminos que parece tomar la novela. Todos los hechos se detienen casi en simples intenciones, nada llega a suceder en concreto. La investigación de Tiziano y Carlos V se sigue a lo lejos, casi olvidada, pero, por el contrario se sabe con certeza cuando el personaje se amarra los pasadores o se lava los dientes. La cotidianidad, reforzada por la soledad, toma el papel principal. Eso es lo importante. Que al final la cotidianidad puede resultar más novedosa de lo que uno espera y uno termina cautivado por esos momentos y reflexiones que uno encuentra pasajeros en su vida, pero que en este caso están escritos, compartidos con una simpleza precisa y una originalidad difícil de desprender del tedio.

Y la televisión, bueno, es una vaina. Una imagen concreta que representa todo lo anterior, la lucha entre el ocio y los deberes, entre un mundo inventado, seleccionado y la realidad. Así, simple, es toda una vaina.
Algunas cosas:

“…cambiando mecánicamente de canal, frenéticamente, arrastrado por aquel impulso vano, aquella espiral insaciable, en pos de más bajeza, más tristeza.”

“Las posibilidades que se tienen de llevar a cabo un proyecto son inversamente proporcionales al tiempo que ha dedicado a hablar de él por adelantado.”

“Las imágenes de la televisión (…), privados de nuestra sensibilidad y de nuestra reflexión (…) se limitan, favoreciendo nuestra somnolencia y engordando nuestras grasas, a tranquilizarnos.”

“Me entretuve perezosamente viendo una competición de balonmano femenino (…) miraba todo aquello distraídamente, imaginándome vagamente a una de las jugadoras desnuda bajo su camiseta de tirantes (…) Ahora bien , así es sin embargo como habría que ver activamente la televisión: con los ojos cerrados.”

“Enchufé el aparato, que empezó a chisporrotear para dar vida a una pantalla nevada que debía evocar los primeros o los últimos segundos del universo”

sábado, 10 de enero de 2009

Playing for Change - Marck Johnson

A estas alturas de la vida, de la historia, del tiempo, es normal pensar en nuevas alternativas. Hoy, dejar de depositar esperanzas en un voto electoral para la presidencia del país, por ejemplo, y pensar más bien en plantar un árbol es válido, lógico. ¿Por qué? Por que de un árbol podemos respirar todos por igual.

Marck Johnson no se acerca tanto a la jardinería, él cree más en la música. Y así como muchos, reconoce en ella toda su fuerza. Pero no para trasladarse en el tiempo o partirse el alma sino, todo lo contrario, para pensar en el presente y unir el alma, el alma de la humanidad, nada menos. Quizá suene como una idea fantasiosa, pero no lo es. Es un proyecto, Playing for change, y una meta, peace through music. ¿Cómo lograrlo? Simple. Haciendo cantar, celebrar y ayudar, a la vez, a todo el mundo.

Así es, Playing for change fundation (PFCF), es un proyecto que consiste en unir al mundo a través de la música. Y no es una propuesta repartida y dividida por el mundo con conciertos de Madonna o U2 como obra benéfica. PFCF tiene su arma en la energía y esperanza que los músicos callejeros depositan día a día en la música. Cada uno, desde su continente, país, ciudad, calle o esquina, que vienen a ser lo mismo en este caso, trabajan unidos a la distancia por este proyecto que lleva adelante MJ.

MJ y su fundación trabajan en esto de la misma forma en que nació, por las calles y con las orejas paradas. MJ, en una mañana cotidiana que tomaba el metro en Nueva York, pensó en esta idea cuando dos hombres, uno cantaba y otro tocaba la guitarra, hicieron que todas las personas que estaban presentes se olvidaran de la vida mecánica por un momento y les prestaran atención. Cantaban en una lengua que hasta ahora no sabe cuál es. Nadie entendía nada, pero todos recibieron el mismo mensaje y, para no ser exagerados, les sudó el ojo.
Él entendió algo más, que la música es unión en todas sus formas. Que esos dos hombres no eran los únicos en el mundo era algo lógico, tan lógico que no se piensa en ello. Él no los podría juntar a todos pero sí unirlos, o sea ayudarlos, que se ayuden y ayuden a otros. Desde entonces es que PFCF recorre los continentes recolectando todas las voces y notas musicales que andan sentadas en las calles del mundo. Luego, a través de sus voces y sonidos, se juntan en la edición y se unen (ayudan) en una canción. Una canción para que todos respiren por igual. La canción, Cd y Dvd recolectan ganancias que van al 100% para la construcción de escuelas de música, Playing for change, que se amplían en su labor llegando a la educación en las letras: desde escritura a poesía. Por ahora va una, en Sur África. Pero aún queda el resto del planeta.

Todo eso es bueno, muy bueno, jodidamente bueno y jodidamente humanitario. Pero tras esto hay puntos aún mayores. Primero, la importancia de tener fe en las ideas sueltas, de subrayarlas y conectarlas, de seguirlas hasta descubrir de que ese “granito de arena” conformista que suele bastar puede ser, usándolo de la forma adecuada, un sinónimo de paz. Segundo, la sutileza con que este proyecto destroza la política material del mundo de hoy, creyendo aún en la música de todos y no solo en las palabras de algunos. Y tercero, la prueba de una humanidad que ya no cree en lo que le dicen que debe de creer, sino en lo que siente y vive. La posibilidad de ver, con certeza, algo grande para el mundo en un árbol o una canción.



Algunas cosas de la entrevista a Marck Jonson, por Bill Moyers, periodista americano:

“MARK JOHNSON: Well I think music is the one thing that opens the door to bringing people to a place where they are all connected. It is easy to connect to the world through music, you know. Religion, politics, a lot of those things they seem to divide everybody…”
---
“MARK JOHNSON: (…) There's no separation between music and people, when music is just happening and people can walk by and it can affect them, that this is an opportunity for us to really find a way to bring people together.”
---
“BILL MOYERS: Did anybody ever say to you, "Mark, don't be naïve"?

MARK JOHNSON: Oh, absolutely. Absolutely. But to me, naïve is thinking that there's any other choice. You know? The only choice we have is to come together. And to inspire each other because that's the way that we'll create a better world for us now and for the kids tomorrow.

And the other truth is, I mean, you know, a lot of people are living in a world of fear. But we don't even know how long we're going to be in this world. So there's really no reason to fear anything. The most important thing is while we're here, let's make a difference together. That's what Playing for Change is trying to represent.”
---

jueves, 8 de enero de 2009

The King - James Marsh

Antes que nada, una advertencia. Todo ese asunto de Cable Mágico Digital es un peligro para todos aquellos que buscan dejar el sedentarismo, ahora que es verano y la vida es capaz de reducirse a tres actividades únicas (cada uno elige las suyas). Por lo menos ahora que todas las facilidades se reducen a unos cuantos canales, todos de películas, y en muchos casos, siendo bastante alentador, de cine. Una esperanza que renace para todos aquellos que arrastraron una con Cinemax. Alberto Fuguet dijo que el matrimonio es como el cable, lleno de posibilidades que luego no se cumplen. Ahora hay nuevas posibilidades de ver tele, de que el amor se vuelva a sentir sobre los sofás de la sala. Aun así, cruzar los dedos no está de más.

Probablemente lo que digo esté reforzado por The King, la tercera película que veo en esos canales en tres días consecutivos. Dirigida y escrita por James Marsh, TK es una historia de creencias y reglas. Luego de amor y venganza.

Elvis (Gael García Bernal) es un marine recién graduado que va en busca de su padre, un líder de la iglesia baptista casado y con hijos dispuesto a olvidar su pasado. Paul (Paul Dano), el hijo, está metido igual de fuerte con lo de la iglesia, pero con sus propias formas, una especie de rock religioso que, aún con las mismas convicciones, es un destructor de normas y buscador de identidad. Paul conoce primero a Malerie (Pell James, una actriz más de las cuales uno se enamora en el camino), la hija, un romance en principio y una puerta a la venganza, luego.

Una película que engancha por sus giros, por sus continuas opciones. Como esos libros en los que uno elige la página y cambia la historia. Solo que acá todo ya está dicho. Todas las opciones son distintas pero la elección siempre es la misma.

Un encontrón de formas de pensar. No de ideas, sino de formas. Una lucha entre la clonación y la aceptación de las diferencias.

Por eso Paul, cuando su padre lo presenta ante todo el auditorio como un chico súper dotado de inteligencia porque acaba de ser aceptado en la universidad y lleva consigo la fe correcta, él toma la guitarra y trata de hacer lo suyo.

"Aunque no venga de la palabra de Dios,
lo entenderán."

Y ahí está todo. Acaba de romper las reglas. Desaparece la diferencia entre mensaje y mensajero. Se expone la diferencia dentro de la igualdad, la distinta forma que pueden tomar las cosas dentro del mismo embase. Un mensaje vital, un resumen de lo que es rock, literatura, arte y pasiones. Expresarse, hacerse entender, venga de quien venga, seamos quienes seamos.

Amor o venganza, o algo así.

sábado, 3 de enero de 2009

Libertad de Prensa - George Orwell

Otra vez el factor portada en primera instancia. 1984 o Rebelión en la granja. Rebelión en la granja o 1984. 1984 se presentaba con una portada blanca y unos dibujos casi de clase de geometría. Rebelión…, por lo contrario, se erguía apretado entre otros monumentales de Fuentes y Cortazar (¿qué hacían Fuentes, Cortazar y Orwell en la misma hilera?). Ahí, pequeño, apretado, disminuido por las estadísticas de venta que colocan a 1984 sobre la primera repisa y eleva su precio en unos 10 o 20 soles más, Rebelión…, al salir de ahí, era su propio altar. Un cerdo color ceniza que eleva su rostro, su soberbia, con unos pequeños anteojos que elevan su nivel intelectual por sobre una granja y un molino, por sobre un terreno, por sobre un dominio. 1984 o Rebelión en la granja. Rebelión en la granja o 1984. Rebelión en la granja, el cerdo, la imagen, el contexto, la potencia en el objeto completo, la historia, fuerza y mensaje desde la primera impresión. (Eso hay que comprender editoriales)
La historia la dejo un poco de lado. Subrayar y conectar ciertos párrafos u oraciones no haría otra cosa que desconectar esos elementos de ese mensaje global de la obra. El totalitarismo. La condición humana. La corrupción. La diferencia, hoy olvidada, entre costumbre y resignación.

Tras varios años y ediciones de la obra, que salió por primera vez 1945, después de ser rechazada por otros editores, en 1971 se descubrió el manuscrito de un prólogo para ésta obra, Libertad de Prensa. Se lo pasaron al Archivo Orwell de la Universidad de Londres donde se confirmó que habría sido escrito por el mismo GO. Hasta antes de ser descubierto inclusive hubieron algunas ediciones que salieron al mercado con cierta cantidad de hojas en blanco ya que en el manuscrito original la numeración de páginas no coincidía. Es un prólogo claro, sencillo, digerible, pero principalmente, cierto. Inclusive esta edición trae otro texto que se titula Cómo fue escrito el prólogo, donde están narrados todos los recorridos que tuvo que tomar la obra y todas las prohibiciones que también tuvo que enfrentar.

Más que la obra en sí, que es buena sin duda como mensaje, lo fuerte ha sido la edición.

Algunas cosas:
"En un momento dado se crea una ortodoxia, una seria de ideas que son asumidas por las personas bien pensantes y aceptadas sin discusión alguna. No es que se prohíba decir esto o aquello, es que no está bien decir ciertas cosas, del mismo modo en que en la época victoriana no se aludía a los pantalones en presencia de una señorita. Y cualquiera que ose desafiar esa ortodoxia se encontrará silenciado con sorprendente eficacia. De ahí que casi nunca se haga caso a una opinión realmente independiente ni en la prensa popular ni en las publicaciones minoritarias e intelectuales."

"Si la libertad intelectual ha sido sin duda alguna uno de los principios básicos de la civilización occidental, o no significa nada o significa que cada uno debe tener pleno derecho a decir y a imprimir lo que él cree que es la verdad, siempre que ello no impida que el resto de la comunidad tenga la posibilidad de expresarse por los mismo inequívocos caminos."

"Si la libertad significa algo, es el derecho de decirles a los demás lo que no quieren oír."

"Los liberales le tienen miedo a la libertad y los intelectuales no vacilan en mancillar la inteligencia."