viernes, 29 de enero de 2010
sábado, 23 de enero de 2010
Cuatro cosas de Philip K. Dick

Hay otros dos aspectos que me impiden escribir un texto.
Una falta de costumbre mía de leer ciencia ficción, por más que El Hombre en el Castillo sea de la variante ucrónica (subgénero de la ciencia ficción que también podría denominarse novela histórica alternativa, ya que se caracteriza porque la trama transcurre en un mundo desarrollado a partir de un punto en el pasado en el que algún acontecimiento sucedió de forma diferente a como lo ha hecho en realidad), como acabo de enterarme por la gran Wikipedia.
Y, segundo, la traducción hecha por un tal Manuel Figueroa en la edición de la editorial Minotauro deja mucho que desear.
Cuatro cosas:
"El mal no es un punto de vista. (...) El mal es un elemento consustanciado con el mundo. (...) Se derrama sobre nuestra cabeza, entra en nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestro corazón, hasta en las piedras de la calle.
¿Por qué?
Somos topos ciegos, que se arrastran y se meten en el suelo, percibiendo el mundo con nuestros hocicos. No sabemos nada".
"La vida es corta pensó. El arte, o algo que no podía llamarse vida, era algo, y se extendía interminablemente, como un gusano de cemento".
"Si alguién encontraba su camino... había de veras un camino, aunque uno personalmente no lo alcanzara nunca".
"La verdad es tan terrible como la muerte, pero más dificil de encontrar".
viernes, 15 de enero de 2010
La historia del hombre
sábado, 9 de enero de 2010
El carisma de Alan García

Si bien la inquietud que ha generado es comprensible porque ilumina el lado oscuro del presidente y el Apra, hay un punto que los medios han dejado de lado. Y es que lo de "la encuesta" no es lo único que dijo Alan en aquella entrevista.
El tema central de esa parte de la entrevista era "el terreno electoral" y más exacto "la relación entre el ejecutivo y los partidos políticos". Se habló de Lourdes, de Keiko, de Catañeda, de Humala, etc. García, tras exponer sus conclusiones a partir de los datos obtenidos de la referida encuesta-con ese lenguaje entre formal y chabacano como un gesto que trata de ser cubierto con otro y finaliza en algo así como un gesto triste-feliz, es decir, incómodo porque no sabe de qué rayos está hablando- sentenció así su predicción:

"todo depende de cómo presenten (los candidatos) su personalidad, más que su programa, en los próximos meses".
Ahora resulta que, aparte de haber concluido que con dicha información tiene la realidad de la intención de voto de la comunidades campesinas, la consolidación de esta "intención" depende del "carisma" de los candidatos y no de los planes de gobierno que estos presenten. Más claro, que el pueblo peruano decidirá o confirmará su voto por la calidad de "personaje" que tenga el candidato o la calidad de "show" que tenga el mitin político de este, más que la fundamentación de la propuestas, las inclinaciones ideológicas, la primordialidad de los proyectos que presenten, etc.
Es verdad que las intenciones de voto, la mayoría de las veces, están embaucadas más por la historia personal de cada ciudadano, sí. Las encuestas que se desarrollan con exceso de anticipación, cuando todavía no se sabe a ciencia cierta ni siquiera quiénes serán los candidatos, lo confirman muchas veces. Pero eso no quiere decir que el ciudadano sea tonto, que vote por simpatía.
Dos cosas. Lo primero es que se confirma la perspectiva de sociedad que García cree gobernar: una sociedad de ciudadanos tontos y manipulables con las más paupérrimas formulas: bailes, chistes, jergas, sonrisas.
Lo segundo es que, probablemente, lo que está diciendo es verdad. Juan Paredes alguna vez en una conferencia en el CCPUCP dijo que lo que había aprendido después de escribir varios libros acerca de los partidos políticos en el Perú era que no exitían partidos políticos en el Perú. Y, con ello, claro, difícilmente puede existir un discurso político. Entonces todos a bailar y a cantar y que gane "el mejor". O no es eso lo que se ha visto, sobre todo desde el gobierno de Fujimori, en las capañas electorales?
En mi opinión es una retroalimentación de los dos puntos. Un gobernador que minimiza a su sociedad y una sociedad que se minimiza ella misma. Todo a fuerza de sudor de bailes y lágrimas de risas.
Todo esto fue degradándose más en los años noventas, los años del fujimorismo, donde los mítines políticos no eran más que presentaciones en vivo de los programas chichas de la televisión. Ahora se habla mucho de la recuperación de la democracia después de los años de "la dictadura del chino", apelando a la estabilidad económica. Pero no se ve si quiera la intención de una recuperación cultural, intelectual, crítica, de una sociedad carcomida por aquellos años. Y es que esa recuperación, más allá de una restructuración política y educacional desde arriba, debe ser anhelo y deber de los ciudadanos. Las humillantes y lamentablemente reales palabras de Alan García dan cuenta que esto aún no se ha dado.
Al parecer lo que nos espera son mas shows en vivo. Ese baile no terminará hasta que seamos nosotros los que exijamos que se queden quietos y hablen. Ahí, en ese momento tenso y ambiguo como un apagón, nos daremos cuenta si es verdad que tienen algo que decir.
miércoles, 6 de enero de 2010
Una revolución de tres pasos
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"Lo misteriosas e imprevisbles que son las ramificaciones de los acontecimientos, esa complejísima urdimbre de causas y efectos, reverberaciones y accidentes, que es la historia humana".
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"Cuando se persigue la pureza, en política, se llega a la irrealidad".
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Buena parte de toda la teoría de La Verdad de las Mentiras salpicada en lo novela.
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Historia de Mayta
sábado, 2 de enero de 2010
3 y 1 de Marx y el dinero
"(...) el dinero, cuanto posee la propiedad de comprarlo todo, de apropiarse todos los objetos, es el objeto por exelencia. La universalidad de esa propiedad es la omnipotencia de su ser; por eso se le tiene por imnipotente... El dinero es el alcahuete entre la necesidad y el objeto, entre la vida humana y sus medios de vida. Pero lo que media mi vida, me media también la existencia de hombres en forma consciente".
"Yo, el dueño del dinero, no soy sino lo que él me pome a mi alcance, lo que puedo pagar, o sea lo que él puede comprar. Su fuerza es la medida exacta de la mía y, aunque soy su duenño, no tengo más facultades ni propiedades que las suyas. Por tanto no es mi individualidad quien determina lo que soy y puedo".
"La diferencia entre demanda efectiva, basada en el dinero, y la que se basa en mi necesidad, mi pasión, mi deseo, etc, es la que hay entre ser y pensar, entre una percepción en cuanto sólo existe en mi interior y en cuento me hace consciente de un objeto real exterior".
"Todas y cada una de tus relaciones con el hombre -y con la naturaleza- tienen que ser una expresión precisa de tu vida real, individual acorde con el objeto de tu voluntad".