jueves, 19 de marzo de 2009

Sin Plumas - Woody Allen

Woody Allen...

Trato de explicar, de ubicar, maso o menos, dónde es que se sitúa su forma de decir las cosas. A la vez, no logro saber qué busco realmente. Un espacio entre lo serio y lo cómico. Probablemente muy lejos del punto medio entre ambos. Un punto clave elevado, safado, del camino del distanciamiento. Un punto alejado por salud mental, pero que no deja percibir, de palpar una sociedad, un mundo, una humanidad.
No sé si me dejo entender.

"Por ciento cincuenta, podias escuchar la radio FM con unas gemelas. Por tres billetes, tenías el servicio completo: una hebrea morena y delgada fingía ligar contigo en el museo de Arte Moderno, te dejaba leer su tesis, te metía en una discusión a gritos en el pub de Elaine sobre los conceptos de Freud acerca de la mujer, y luego simulaba el suicidio que tú eligieses... la velada perfecta, para ciertos individuos. Bonito negocio. Gran ciudad, Nueva York."


Cuento titulado, nada más y nada menos, que "La puta de Mensa"
Libro: Sin Plumas

Woody Allen... se hace entender.
Eso es, creo.
Basta.

jueves, 12 de marzo de 2009

El Llano en Llamas - Juan Rulfo

De hace un tiempo...
Rulfo ya no es novedad; leerlo, sí, siempre.


“El Llano en Llamas”
Cuentos que conviven, aquí y ahora.


…sigue el curso de agua
que nos lleve donde nunca fuimos.
Por senderos que se bifurcan
por mundos paralelos.

En los primeros tres minutos
se hizo el universo
Precisamente todo esta pasando
aquí y ahora…
(G. Cerati)

Sucede con muchos escritores, que cuando uno toma una de sus obras es trasladado a un mundo que, de vuelta, uno lo vuelve a encontrar en la segunda, tercera y siguientes obras del mismo. Con esto, no trato de dar señales si está bien o mal que cada escritor sea capaz de construir nuevos mundos que tienen sus propios límites, sino de resaltar el sentido, en muchos casos crucial, de esto. En artistas es igual. Todos sabemos cómo será un nuevo cuadro de Botero o de qué tratará una nueva película de Woody Allen. Por el contrario, una obra de Picasso que saliera a luz hoy en día, sí llevaría consigo una mayor ilusión y esperanza de sorpresa. Rulfo pertenece a los primeros, y más exactamente, a los mejores de los primeros.

Cuando uno lee a Rulfo por primera vez (la mayor de las veces con Pedro Páramo) es llevado a ese paisaje árido y fantasmal que es Comala. Pedro Páramo es quizá uno de los títulos menos comerciales y motivadores que existen en la literatura (junto con Niebla de Unamuno) pero eso se borra, se anula, se contradice en ese primer encuentro. Es más, uno se compromete con el autor. Da gusto. Se espera con ansia otro encuentro. El llano en llamas parece que hubiese sido pensado, escrito y logrado para esa segunda cita; a pesar de que fue escrito dos años antes que Pedro Páramo.
Diecisiete cuentos que confirman esa complicidad de la primera obra. Cuentos que abren los paisajes como si Comala inaugurara nuevos caminos. Basada en el pueblo religioso de Talpa de Allende, se incluye, integra e inclusive se agrega a la misma atmósfera. Rulfo pareciera, con este libro, conquistar sus propios territorios. Territorios, historias e imágenes que se quedan fuera del alcance de Comala en Pedro Páramo. Cuentos que conviven con la novela. Es inevitable pensar que mientras Anacleto Morones reniega con las viejas o Tacha se acerca cada vez más a su perdición por haber perdido a su vaca a causa de la lluvia; más allá, en un pueblo cercano, Juan Preciado descubre su propia muerte. Todo a la vez, aquí y ahora.
En casi todas las historias nos encontramos con una lucha constante de la esperanza que queda en los personajes después o durante hechos peculiares. La vida para ellos es una caja de sorpresas de fuerzas mayores. Rulfo rescata la importancia de todo lo pequeño, insignificante, rutinario. ¿Lo que consigue? Ser inmenso, vital, especial e inusual.

La calidad de Rulfo es única. Sus cuentos son canciones, películas, conversaciones con un amigo, esas magnificas historias de nuestros abuelitos. La cuesta de las comadres, por ejemplo, es una historia con imágenes de la más alta calidad, con sonido digital 5.1. y un soundtrack perfectamente silencioso; una obra que sin más debería ser comprada por Joel y Ethan Coen. Rulfo tiene estas cosas. Sus historias trabajadas con su narración justa y necesaria, su extraordinaria capacidad para retener la información y manejar la tensión y los tiempos aleatorios, deja en claro lo contemporáneo que será Rulfo siempre. Talpa, La herencia de Matilde Arcángel, Luvina, No oyes ladrar a los perros, Es que somos muy pobres, son solo algunas pruebas verídicas de ello.

Lo avanzado que resulta Rulfo después de más de noventa años de su nacimiento, es la suma de todas sus capacidades lingüísticas y esa creación de un mundo que no repite en su segunda obra, sino que descubre, contempla, conquista, escribe y, por último, nos regala.

Raúl Lescano Méndez
26/11/08

Algunas cosas:

"Por su cara corren chorretones de agua sucia como si el rio se le hubiera metido dentro de ella."

"El ansia deja huella siempre."

"No sabes que es más difilcutoso resucitar un muerto que dar la vida de nuevo."

"Al verlo uno se sentía como si a uno lo hubieran de mala gana o con desperdicios."

"Un lugar caído en el crecupculo como quien dice, allí donde se nos acaba la jornada."

" - Es que estabas vieja. A él le gustaban tiernas; que se les quebrara los güesitos, oír que tronaran como cáscaras de cacahuete."